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La Conselleria de Territorio que dirige Isabel Bonig ha logrado reducir el mastodóntico paquete legislativo de 1.183 artículos, distribuidos en cuatro leyes y dos reglamentos urbanísticos aprobados en la etapa de Rafael Blasco al frente del departamento, a un texto legal de 259 artículos, en el que también se refunde el decreto de actuaciones territoriales estratégicas aprobado en noviembre.
El anteproyecto de la reforma legislativa fue aprobado ayer por el pleno del Consell e inicia ahora un periodo de consultas con instituciones y agentes implicados. La propia consellera Isabel Bonig compareció ayer tras el pleno del Consell para dar algunos detalles, aunque no se facilitó el texto, de la nueva norma que será «más sencilla, clara y eficaz», aventuró. Bonig cumple así su compromiso, anunciado el pasado mes de agosto, de simplificar la legislación urbanística que ya intentaron, sin éxito, sus cuatro antecesores en el cargo.
La mayoría de los aspectos destacados ayer por Bonig ya se han ido conociendo en los últimos meses. Los 259 artículos se distribuirán en tres apartados: planificación, gestión y disciplina urbanística. Y, sobre todo, incorpora el esquema de la Ley de Evaluación Ambiental Estratégica de Planes y Programas (aprobada por el Estado en 2006) que no incorporaban las leyes valencianas y que incorpora a la legislación española un cambio de mentalidad tan importante como lo fueron en su día las declaraciones de impacto ambiental. A partir de ahora, los proyectos deben pasar una consulta pública en su fase embrionaria y desde este primer momento también se imponen los condicionantes ambientales que cabe respetar (y no al revés, como solía sucedes hasta ahora). «Todos los informes sectoriales se integrarán desde las etapas previas, eliminando una cadena interminable de informes y cajas y cajas de información, tal como sucede ahora», aseguró Bonig en la rueda de prensa. Otro cambio sustancial será la tramitación del plan en dos fases. «Una primera estructural y competencia de la Generalitat y una segunda pormenorizada donde la aprobación le corresponderá a las administraciones locales», explicó. Es decir que la Generalitat marcará las las líneas maestras urbanísticas con una memoria ambiental «para dejar concluir la formulación del plan a los ayuntamientos», entre otras novedades. Aunque el quid de la reforma estará en las medidas transitorias previstas para regular la convivencia entre todas las legislaciones.
F: Levante