Cambiar de vivienda, la ilusión se hace realidad

S y F. tenían un plan: cambiar de vivienda. Y desde Ciencasas nos pusimos en marcha. Preparamos un estudio para ver de cuánto disponían y a cuánto podían acceder. Valoramos su vivienda y pensábamos realmente que podían obtener un buen precio. Otras inmobiliarias les habían dado referencias inferiores, con los cuales no podían cumplir su deseo, pues los gastos que se producen al cambiar de vivienda son bastantes y hoy por hoy, las entidades bancarias no financian la totalidad del precio.

Ellos vivían en Picanya, donde habían llegado por el azar del destino. No es que tuvieran una especial preferencia por la zona para cambiar de vivienda, pero habían estado viviendo muy a gusto los últimos años, y no querían irse lejos. Sin embargo, Picanya es una población donde cuesta encontrar vivienda. Hay muy poca oferta de vivienda asequible (se ha extendido mucho la población en base a adosado, un tipo de vivienda no apto para todos los bolsillos) y había poco que ver que resultase interesante. Poco tiempo después de empezar habían llegado a la conclusión que también cambiarían de población, y empezamos a ver viviendas en Paiporta, donde había muchísima más variedad y mejor precio. Al poco tiempo encontramos lo que buscábamos: un piso fantástico recientemente reformado íntegro, del cual S. se enamoró.

Era un piso realmente precioso. J. y V. habían puesto mucho empeño en hacer de aquel piso «normalito» que compraron, un confortable hogar, y eso que les costó lo suyo. Y si tan bueno era, ¿por qué querrían cambiar? Bueno, a veces uno necesita marcarse retos y el suyo estaba muy bien planteado (bueno, quizá al principio no tanto). Al cambiar de vivienda querían buscar algo independiente, en el mismo pueblo, algo que dependiera de ellos mismos. Lo que sí tenían claro desde el principio es que querían tener terraza, una buena terraza donde sus pequeños pudieran jugar y corretear al aire libre. Y para ello no les importaba volver a meterse en reformas, eso era un mero trámite que tenían que hacer.

Finalmente, una casa en planta baja en el centro de Paiporta, pensaron que tenía un buen potencial. Su precio, acorde al estado actual y sus necesidades de rehabilitación, daba un margen suficientemente amplio para iniciar aquella aventura. ¡Por fin tendrían la tan deseada terraza! Cambiar de vivienda ya era una realidad.

Hace apenas unos días, hicimos algo impensable. En una misma mañana, cinco personas diferentes tendrían un nuevo hogar, con todos los planes y proyectos que ello plantea. La compradora de S. y F., ellos mismos y J. y V. Sin duda fue una mañana larga y tensa, pero, finalmente, resultó muy satisfactoria. Y es que se necesitaba cruzar las operaciones porque de la venta de una, dependía el pago de la siguiente, y así sucesivamente, ¡hasta en 3 gestiones!

Algunas veces, a los que somos realmente inmobiliarios nos toca inmiscuirnos en la vida de las personas, en sus proyectos y en sus planes. Eso nos hace tomar conciencia de la importancia que tenemos en momentos puntuales de la vida de éstas, y tomamos una confianza en común que nos hace, sinceramente, sentirnos especiales. Agradecemos enormemente tener la oportunidad de conocer personas así, tan apasionadas y comprometidas como nosotros, y nos alegra enormemente, como en esta ocasión, ser capaces de cumplir los objetivos que nos marcamos.

S. y F., ha sido realmente un placer haber tenido oportunidad de conoceros.

J. y V., ¡otro reto más! Muchas gracias por confiar de nuevo en nosotros. Sois increíbles